La marea de la masa muchas veces intenta arrasar lo que debía de permanecer, porque con fundamentos mafufos quiere sustituir lo correcto por otras concepciones basadas en meras ocurrencias cargadas de la moda de la manipulación.
Está pasando con la bella lengua que es el español, ya oral ya escrito, en el que muchos hablantes públicos, sin saber ni porque ni como, ya llevan tiempo diciendo: Los ciudadanos y las ciudadanas. Los fallecidos y las fallecidas. Los trabajadores y las trabajadoras. Y después patean los complementos directos o indirectos. V.gr. dicen: Los trabajadores y las trabajadoras tienen derecho a ser oídos, y no dicen oídos y oídas.

Entonces me viene a la mente la que limpia, fija y da esplendor, que en su página web señala, como se puede comprobar en este enlace:
«Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto.
La mención explícita del femenino solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad. La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos.
El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, los alumnos es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones.»
Quede pues, dicho en dicha.